Emprender: una cuestión de vida

Un momento de la Jornada

Ayer, día 23 de mayo, se celebró una jornada sobre emprendimiento, organizada por el Servicio de Empleo del Colegio de CC.PP. y Sociología de Madrid. No era la clásica jornada estructurada en torno a casos de éxito extraordinarios (en cuanto a velocidad de desarrollo y progresión económica). En mi opinión, este tipo de jornada puede llegar a ser contraproducente: más que animar, a veces generan la impresión de que el emprendimiento sólo está al alcance de gente excepcional que nada tiene que ver con las personas de a pie. La jornada de ayer era diferente, dado que nos reunimos para compartir experiencias cercanas, reales, que cualquiera que ya tenga cierta trayectoria laboral, claridad sobre lo que puede ofrecer en el mercado y ganas de trabajar por su cuenta se puede plantear.

Fuimos cuatro ponentes:

Y hablamos de motivación, planes de negocio, dificultades, ventajas, estrategias… En definitiva, de vida. De vida empresarial. Una vida que empieza el día en que reflexionas sobre tu presente y descubres que quieres un futuro aún mejor, más pleno, con un horizonte más abierto, alejado del terrorífico estancamiento y lleno de aventura.

Las dificultades, muchas. Y en una coincidimos todos (si no me equivoco; y si me equivoco, ahí están los comentarios para la réplica): la del tamaño. Si bien hoy somos los mismos (incluso mejores) profesionales que éramos ayer, cuando formábamos parte de una organización mayor, el mercado no nos conoce y su primera impresión viene condicionada por el tamaño de nuestra empresa: estamos empezando y nuestra empresa es pequeña, ¿cómo lograr que un potencial cliente se arriesgue a conocer cómo trabajamos? He ahí una dificultad que nosotros transformamos con maestría en reto :).

Y una clave también compartida por todos: la de la responsabilidad, en sus múltiples vertientes:

  • La satisfacción personal y profesional que aporta el sentirte responsable único de un proyecto bien hecho (bien planteado, bien comercializado, bien desarrollado, bien concluido).
  • El sentido de responsabilidad con el que hay que abordar un proyecto de emprendimiento: el tiempo dedicado a emprender es tiempo que no se invierte en una búsqueda activa de empleo (vamos, que tiene su coste de oportunidad)
  • La obligación de asumir toda la responsabilidad de tus decisiones, actos, comunicaciones y resultados. Aquí no hay ni trampa ni cartón, no hay una gran organización en la que diluir un error, no hay un jefe al que achacar una orden incorrecta. Hay decisiones personales, riesgo y resultados que deben asumirse con madurez, y con la certeza de que siempre, siempre, nos van a ayudar a mejorar como profesionales.

El Colegio va a publicar un resumen de la jornada y un vídeo resumen de las intervenciones, así que no me extiendo más. Os tendremos informados desde aquí, por la utilidad que podáis sacarle aquellos que procedéis de los campos de la Sociología y de la Ciencia Política.

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